Despedidas

Cada vez es peor, cada vez duele más que te arranquen un trocito de alma, como si con cada despedida te acercaras más y más a la permanente soledad. Se van aquellos con los que has compartido mucho y duele, pero se van también aquellos con los que quisieras haber compartido mucho, y eso es peor. Saber que pierdes por siempre la oportunidad de haberlos conocido, y saber que en muchas ocasiones ha sido por tu culpa, por repetidos errores y malentendidos que ninguna de las partes ha tenido el valor de aclarar. Es así la vida, unos vienen otros van, unos dejan huella y otros podrían haber dejado más. Y lo peor es saber que los recordarás siempre: quizás solo un nombre, solo una cara, o miles de recuerdos maravillosos; pero nunca sabrás si ellos se acuerdan de ti, de tu nombre, de tu rostro, de los momentos compartidos, sean muchos o pocos … es lo mismo de siempre: temer la soledad y el olvido.