Dícese que la beca Erasmus, o mal
llamada Orgasmus, es una excusa para irse de fiesta un año. Mentira. En Erasmus
se trabaja y se estudia y se sufre por las notas y las tareas de clase y se
lucha día a día desde la mañana a la noche con un idioma que no es el tuyo ( si
bien es cierto que, pasada la barrera del primer mes, todo se hace liviano).
Recuerdo que mi primer día en
Göttingen fue un domingo otoñal y tan silencioso que casi daba miedo. Recuerdo
que salí de casa, con un mapa en la mano, y que al pararme en el primer paso de
peatones pensé: “¿Qué diablos hago aquí?” Recuerdo que un escalofrío me
recorrió el espinazo, recuerdo que hasta aquel momento ni me había dado cuenta
de lo lejos que estaba de casa, ni de lo sola que me encontraba en aquella
ciudad (die sie wie ein Dorf ist …). Sin embargo la soledad terminó pronto, una
semana después ya contaba con una familia supletoria y dinámica en que las
penas y las alegrías se compartían por igual.
Recuerdo que me abrumé al entrar en
la biblioteca, una de las mas grandes bibliotecas universitarias de Alemania (claro
que … todas las universidades presumen de eso mismo), Recuerdo los horribles
cafés de la cafetería, y el otoño … por que Alemania para mi es otoño …
Estudié, claro que si, aunque mis
fotos de facebook digan lo contrario … pensadlo bien: ¿quién se hace fotos en
la biblioteca o en los exámenes?
Conocí a alemanes, finlandeses,
algún español, polacos, … conocía a Europa, esa Europa que dicen que está en crisis,
con la que nadie se identifica … yo la conocí, me fui de fiesta con ella, incluso
la invité a alguna copa …
Y
por si fuera poco, pululando por las tierras de Niedersachsen fui a caer a un
museo en el que pude hacer prácticas y sin las cuales seguramente no me habría
animado a estar donde ahora estoy …
Y no me vo ya extender más, soy
consciente de que cuando me pongo a hablar de Erasmus siempre digo las mismas
melosadas que ya repetí, a cuenta gotas, en este mismo blog durante mi estancia
en Deutschland.
2 comentarios:
Ole! que bonito te ha quedado, haber si alguien más se anima a defender el honor del Erasmus en su blog, muchas gracias por seguir el tema,
un beso!
Hay que defender siempre lo que uno siente, todo gasto en Erasmus como en cultura nunca es perdido, lo siento por el café tan malooooooo unha apertiña.
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